Vicente Claude García-Huidobro y Pablo Cruz Fernández (Gen. 2012) son amigos y compañeros de curso en el Cordillera desde el año 2007.

Hace algunos años, mientras Pablo estudiaba Ingeniería Comercial en la UC y Vicente, la misma carrera en la UANDES,, empezaron con un emprendimiento cuyo mayor valor fue darle empleabilidad a los artesanos de cuero chilenos quienes, por la globalización, estaban quedando desempleados.

1. ¿Cuándo y cómo nació Trauko? ¿Qué significa Trauko y qué es lo que hacen?

Vicente: TRAUKO comenzó el año 2016, cuando Pablo y yo éramos estudiantes universitarios. En ese minuto teníamos algo de tiempo libre y muchas ganas de aprender cosas nuevas, especialmente ligado al mundo del emprendimiento y la creación de marca.  Ambos estudiábamos Ingeniería Comercial y, al menos en ese entonces, no había muchas oportunidades para aplicar lo que aprendíamos. Entonces nos pareció entretenido lanzarnos a jugar e ir aprendiendo en el camino.

Pablo: Entramos al mundo del cuero porque vimos que se estaba dejando de trabajar, a pesar de que años atrás era una industria muy fructífera, esto porque fue una de las industrias que no supo adaptarse a los cambios de tendencia y a la apertura del comercio exterior.   Nos pareció entretenido aprovechar toda esa cultura y tradición artesanal nacional para darle un segundo aire, renovando los diseños y su forma de comercialización.

V: En palabras simples, TRAUKO nació como un hobbie, una oportunidad de aprender, pero al poco andar notamos que generaba un impacto relevante y que eran muchos los que se veían favorecidos con su existencia y crecimiento.

2. ¿Cuántos artesanos trabajan con ustedes y cómo es la relación con ellos?

P: Hoy son más de 100 artesanos los que trabajan en TRAUKO, es increíble porque el año 2020, cuando decidimos renunciar a nuestros trabajos para dedicarnos full a esto, eran a penas 10.   En la actualidad trabajamos con 8 talleres, en proceso de incorporar dos más, donde la relación más directa la llevamos con el jefe de cada taller.

V: La relación no es tan cercana como nos gustaría, cuando eran pocos, era muy sencillo llevar una relación, involucrarnos, conocernos, compartir sueños y desafíos, sin embargo, como cualquier proyecto que agarra un poco más de vuelo, el tiempo empieza a escasear y se hace más complejo llevar una relación más íntima con cada una de las personas que hace realidad el sueño de TRAUKO.

3. ¿Qué son las HORAS DE TRABAJO LOCAL que ustedes monitorean y contabilizan?

V: En un minuto, cuando TRAUKO aún estaba en pañales, sentimos el desafío de compartir con los clientes el beneficio de la contribución social de la marca. Nosotros éramos conscientes del impacto que se generaba y sabíamos que si lográbamos comunicarlo, los clientes sentirían el mismo orgullo y compromiso con la causa.  Fue así como William Comber, ex alumno del Colegio (gen. 2014), que en ese minuto trabaja en TRAUKO, tuvo la tremenda idea de calcular el tiempo promedio que tardaba una persona en confeccionar cada tipo de producto, de esa forma, cada producto que se producía, tendría asociada una cierta cantidad de horas de trabajo, cifra que podríamos transmitirle a los clientes y así traspasarles a ellos el beneficio aportado.

P: Quisimos llevar esto aún más lejos, decidimos poner un contador de horas en primera primera plana en nuestra página web (www.traukochile.cl) , donde mostramos a la comunidad de TRAUKO, cuantas horas de trabajo local han aportado en lo que va del mes, lo que va del año y en su historia.   Ahora cada producto que se vende, va con una tarjetita que muestra cuántas horas de trabajo local aportó la compra.

4. ¿Qué ha significado para ustedes el hecho de que, desde tan jóvenes, jueguen un rol tan relevante en la fuente de ingreso de tantas familias?

P: Creo que cualquier persona que de empleo, directa o indirectamente siente la responsabilidad que significa.   Somos conscientes de que las necesidades son muchas y que el costo de vida sube mes a mes. También somos conscientes de que la mejor forma de ayudar a esas familias es dándoles trabajo.

V: Tenemos la suerte de trabajar con un equipo muy agradecido pero a la vez muy exigente, esto nos genera una presión al equipo para seguir creciendo tan rápido como nos sea posible. La disposición está, depende de nosotros darle la oportunidad a ellos de explotar al máximo sus talentos.

5. ¿Dónde ven a Trauko en uno, tres y cinco años?

P: Muchas veces nos han hecho esta pregunta y es increíble cómo varía la respuesta mes a mes. Tenemos muchos planes, sueños y proyectos. Tenemos un presupuesto a 5 años donde está planificado mes a mes el resultado del proyecto.

V: Sin embargo, la experiencia nos ha mostrado que es el mismo proyecto el que te empieza a pedir nuevas categorías o puntos de venta y no es uno el que va eligiendo. Estamos siempre atentos, siempre dispuestos a tomar nuevos desafíos pero es muy difícil saber con certeza hacia dónde va la micro, sólo se que en un año más, de seguro el proyecto va a ser muy distinto a lo que tenemos hoy.

6. ¿Qué herramientas consideran les entregó el Colegio para poder ayudarlos con su espíritu emprendedor?

V: Siempre sentí que el Colegio era muy exigente, lo que a veces era un poco agobiante, pero creo que es una buena escuela para lo que se viene después. La vida laboral es exigente, requiere de esfuerzo y compromiso, donde la tolerancia a la frustración cumple un rol fundamental.

Creo que el Cordillera nos prepara muy bien para lo que vendrá después.

P: Por otro lado el compañerismo. Solo no se llega muy lejos, todos tenemos virtudes y defectos y es clave entender que necesitamos de otros para suplir nuestras carencias porque el trabajo siempre tiene que entregar soluciones integrales, que se logran con trabajo en equipo y compañerismo.

7. ¿Qué le dirían a los Leones que tengan intenciones de emprender?

V: No llevo mucho tiempo emprendiendo, solo 3 años full time, sin embargo, me gustaría recordarles que Roma no se construyó en un día ni por una sola persona. Emprender es un proceso, mucho más lento de lo que nos gustaría, pero muy gratificante.

P: Creo que siempre vale la pena intentarlo porque puede ser una oportunidad increíble tanto para quienes comienzan el proyecto como para quienes se van adhiriendo en el camino